✂️ Cuestionar las Reglas Empieza por Aprenderlas
Picasso, los sistemas de creencias y por qué desaprender es más difícil de lo que parece
Hace poco leí algo que me removió un recuerdo que no había pensado en años… o, siendo más honesto, algo que había estado ahí, callado, en mi subconsciente, esperando el momento adecuado para salir a la superficie.
Fue en un artículo de Sahil Bloom, donde hablaba de un concepto llamado La Escalera de Wittgenstein:
Las herramientas que te ayudan a crecer al principio son las que vas a tener que soltar para llegar más alto.
Subes la escalera… y luego la tiras.
Lo conectó con el modelo Shu-Ha-Ri, un marco japonés para el aprendizaje y la maestría.
Había encontrado la idea antes, aunque no sabía que tenía nombre. Es uno de esos marcos que empieza a tener más sentido mientras lo vas viviendo.
El modelo se divide en tres etapas:
Shu: Obedecer. Aprender las reglas.
Ha: Romper. Cuestionar las reglas.
Ri: Trascender. Crear más allá de las reglas.
Esa estructura — aprender, cuestionar, evolucionar — me activó un recuerdo muy vívido de hace unos años.
Estaba visitando el Museo Reina Sofía en Madrid. No fui por algo específico, solo para ver arte moderno. Pero de repente entré a una sala y quedé frente a Guernica, la colosal pintura antibélica de Picasso.
Y me quedé congelado.
La había visto antes en libros. Creía entenderla. Pero en persona, no era una pintura, era una presencia. Más de tres metros de alto y siete de ancho.
Cruda, monocroma, distorsionada, viva. Gritaba sin hacer ruido.
A primera vista, podría parecer un caos — figuras fracturadas, expresiones estiradas, extremidades esparcidas. Pero había algo en cómo contenía toda esa tensión en un solo cuadro que se sentía dolorosamente familiar. Como un espejo que distorsiona y revela al mismo tiempo. No era “linda”. Pero era real.
Y ahí fue cuando lo recordé:
Picasso no siempre pintó así.
No empezó desafiando la convención. Se entrenó. Estudió. Pasó años dominando lo básico.
Sus primeras obras son sorprendentemente tradicionales: retratos tranquilos, proporciones precisas, equilibrio clásico. No se saltó pasos. No fingió originalidad. Aprendió la estructura lo suficiente como para darse cuenta cuándo ya no sostenía lo que necesitaba decir. Y recién ahí la abandonó.
Ese patrón no aplica solo al arte.
Aplica a cómo vivimos.
Las Reglas por las que Vivimos (y que Muchas Veces No Cuestionamos)
En The Code of the Extraordinary Mind, Vishen Lakhiani habla sobre las “Brules” — Bullsh*t Rules (Reglas Absurdas). Son guiones culturales que heredamos sin darnos cuenta. Alguna vez tuvieron sentido para alguien, en algún lugar, pero hoy moldean silenciosamente cómo vemos el éxito, las relaciones y a nosotros mismos.
Seguro has escuchado cosas como:
“Un trabajo estable es un 9 a 5.”
“Deberías tener hijos una vez que te cases.”
“El éxito se ve como plata, estatus y ascenso.”
“Ponerte a ti primero es egoísta.”
“Quédate en un camino. Sé consistente.”
Suenan prácticas. Y se sienten verdaderas, sobre todo cuando han sido parte de tu historia por mucho tiempo.
Ahí es donde se complica.
Antes de que sigamos…
Una recomendación breve que de verdad uso.
Si tu bandeja de entrada se siente como puro ruido, The Sample ha sido una mejora que me ha cambiado la vida. Un artículo de calidad al día. A menudo de autores que no habría descubierto por mi cuenta.
Aquí está mi enlace. Si te sirve, genial. Si no, siéntete libre de saltártelo.
Lo que viniste a leer está justo abajo 👇.
Disclaimer: Si usas mi enlace, The Sample podría enviarme algunos lectores más. Ese es el único beneficio. No hay plata de por medio.
Cuando las Creencias se Vuelven Identidad
A veces ni siquiera nos damos cuenta de que estamos siguiendo una regla, porque está entrelazada con quién hemos sido. O con quién otros esperan que seamos.
Quizás conoces esta sensación:
Cambiaste.
Quizás de golpe, por un insight que rompió algo abierto.
Quizás de a poco, con un desliz silencioso que ya no pudiste ignorar.
Y entonces, personas con las que antes estabas cerca… empiezan a sentirse más lejanas.
¿Esa desalineación?
¿Esa desconexión sutil?
Eso es duelo.
Y es real. Porque las creencias no son solo privadas, son parte de cómo nos vinculamos. Son parte del pegamento en familias, amistades, incluso comunidades enteras12.
Cuestionar una creencia puede sentirse como si estuvieras amenazando ese vínculo. Pero crecer no tiene por qué significar desconectarte; solo exige intención.
La parte difícil es aprender cómo seguir arraigado en quién estás siendo, sin cortar con quién fuiste. No siempre es posible. Pero vale la pena intentarlo.
Porque aguantarse solo para evitar conflictos…
Eso no es disciplina. Es evasión.
¿Cómo Saber Qué Creencias Ya No Son Tuyas?
No puedes cuestionar reglas que no sabes que todavía estás siguiendo.
Empieza a notar los patrones que se sienten pesados o forzados.
¿Qué rutinas o respuestas siguen moldeando tus días, no porque tengan sentido ahora, sino porque alguna vez lo tuvieron?
¿Qué ideas defiendes por lealtad, aunque ya no estás seguro de creerlas?
Esas tensiones silenciosas suelen apuntar a una creencia que ya no calza. Las creencias desactualizadas no siempre se anuncian fuerte; se manifiestan en el cansancio, la culpa, esa sensación de que estás un poco fuera de sincronía contigo mismo.
Prueba esto:
Actúa — solo por un día — como si no creyeras en esa creencia.
Observa qué cambia. Qué se siente raro. Qué se siente como alivio.
No estás borrando quién fuiste.
Estás haciendo espacio para entender en quién te has convertido.
¿Cómo Se Ve el ‘Ri’ en la Vida Cotidiana?
Ri no siempre es dramático.
A veces es silencioso, cambiando cómo te presentas en una conversación, cómo pones un límite, cómo haces espacio para lo que importa.
Podría significar dejar un trabajo en el que estuviste demasiado tiempo.
Podría significar criar a tu hijo de forma distinta a cómo te criaron a ti.
Podría significar construir una estructura que calce con la vida que tú quieres, en lugar de moldearte para encajar en la que te dijeron que debías seguir.
No partes rompiendo cosas.
Partes escuchando lo suficiente como para darte cuenta qué ya no tiene sentido.
Respaldado por la Ciencia
Este proceso puede sentirse intuitivo, pero hay investigaciones psicológicas que lo respaldan.
Lo que estás haciendo al desafiar creencias arraigadas se llama reevaluación cognitiva, una práctica usada en Terapia Cognitivo-Conductual para replantear cómo interpretamos nuestras creencias y situaciones, reduciendo su carga emocional. Las investigaciones muestran que esta práctica calma la amígdala (el centro del miedo) y fortalece la corteza prefrontal (donde viven el razonamiento y la toma de decisiones a largo plazo)34.
También está el concepto de cambio de hábitos basado en identidad, desde la psicología del comportamiento y popularizado por James Clear. El cambio no se sostiene a menos que se conecte con la identidad, por eso soltar una creencia puede sentirse como soltar una parte de ti56.
Eso no es un fracaso. Es una reconfiguración. Y tu cerebro está hecho para eso78.
Con Qué Nos Deja Todo Esto
No puedes desafiar reglas que no te das cuenta que sigues. Ahí es donde la conciencia importa más. Algunas creencias se mantienen no porque sirvan, sino porque se han vuelto parte de cómo nos relacionamos con otros. Soltarlas puede sentirse como soltar a quien solíamos ser, y eso no es fácil.
No se trata realmente de romper la regla. Se trata de enfrentar por qué sigue guiando tus decisiones. Y cuando empiezas a notar que estás actuando más por hábito o por miedo a incomodar, que por alineación real, vale la pena detenerse. Eso no es disciplina. Es otra cosa.
La claridad no siempre llega como una revelación. A veces es un cambio silencioso, constante, lento, pero inconfundible. Y aunque se sienta confuso o incómodo, hay algo más profundo ocurriendo. No estás perdido. Te estás reconfigurando. Hay estructura en el malestar.
La mayoría cree que la maestría es ruidosa. Grandes pasos, grandes gestos. Pero la mayoría de las veces, es sutil. Es cambiar de rumbo sin necesidad de anunciarlo. Hacer algo distinto porque por fin se siente correcto.
Subes la escalera.
Y luego, la tiras.
¡Que tengas una excelente semana!
Viniste en busca de transformación, no solo de información.
Cada insight no vale nada sin acción. Cada lección queda incompleta sin práctica.
Dentro del Círculo Disciplinado, vas a encontrar lo que te faltaba — cada jueves, en tu inbox:
✓ 5 preguntas clave para convertir la lección de hoy en un avance personal
✓ Un desafío suave pensado para impulsarte (sin abrumarte)
✓ Un tracker semanal para realinear y medir lo que importa
✓ Y herramientas exclusivas para construir una disciplina que se sostenga en el tiempo
Esto no se trata de consumir más contenido. Se trata de convertirte en quien estás llamado a ser.
👉 Súmate ahora y empieza hoy tu práctica de realineamiento.
✨ Ideas que Vale la Pena Explorar
Si esta pieza resonó, aquí hay un par más que van de la mano.
¿Te está gustando esto? Apoya la misión.
Escribo Self Disciplined para ayudar a más personas a construir una disciplina real y duradera — sin agotarse en el camino.
Si mi trabajo te ha servido, considera invitarme un café o hacerte miembro.
Tajfel, H., & Turner, J. C. (1986). The social identity theory of intergroup behavior. Psychology of Intergroup Relations.
Cialdini, R. B., & Goldstein, N. J. (2004). Social influence: Compliance and conformity. Annual Review of Psychology, 55, 591–621.
Ochsner, K. N., & Gross, J. J. (2005). The cognitive control of emotion. Trends in Cognitive Sciences, 9(5), 242–249.
Buhle, J. T., et al. (2014). Cognitive reappraisal of emotion: A meta-analysis of human neuroimaging studies. Cerebral Cortex, 24(11), 2981–2990.
Bem, D. J. (1972). Self-Perception Theory. Advances in Experimental Social Psychology, 6, 1–62.
Festinger, L. (1957). A Theory of Cognitive Dissonance. Stanford University Press.
Draganski, B., et al. (2004). Changes in grey matter induced by training. Nature, 427, 311–312.
Doidge, N. (2007). The Brain That Changes Itself. Penguin Books.