Que Mundo Tan Maravilloso
Tomemos un momento para reflexionar sobre lo bueno que tienes en tu vida.
Soy una persona más feliz.
He estado practicando gratitud durante estos últimos meses, y estoy comenzando a ver sus efectos. Quizás hayas leído el artículo que escribí sobre esto hace un par de semanas — lo escribí porque es parte de mi viaje personal. El artículo explica porqué debemos desarrollar una disciplina de gratitud, y los efectos que tiene en nosotros, lo cual es fundamental para entender el resto de este post. ¡Te recomiendo leerlo si no lo has hecho aún!
Si bien este es un post más personal y corto, estilo diario de vida, compartiré cómo practicar la gratitud ha cambiado mi enfoque hacia la disciplina y la resiliencia.
Se acercan las fiestas — mañana es Acción de Gracias aquí en Estados Unidos 🦃 — y el fin de año no está lejos. Si bien aún no estoy listo para un resumen completo de mi año, debo decir que he tenido mi dosis de buenas noticias y noticias no tan buenas. Este año ha sido una montaña rusa hasta ahora.
No compartiré todos los detalles, pero quiero compartir cómo me siento al respecto. No me siento derrotado, no me siento mal. Me siento agradecido. Estoy agradecido. Esto me ha ayudado a encontrar la alegría en las cosas pequeñas.
Esta cita de Brené Brown captura exactamente lo que he estado experimentando:
La gratitud sin práctica puede ser un poco como la fe sin obras—no está viva. Practicar la gratitud es cómo reconocemos que hay suficiente y que somos suficientes. Cuando estamos agradecidos por lo que tenemos, incluso cuando es menos de lo que creemos que merecemos, estamos eligiendo activamente una mentalidad de abundancia sobre una mentalidad de escasez. Es en esta práctica donde la alegría encuentra un camino hacia nuestros corazones.
Dado que mañana celebramos las bendiciones del año, quiero hablar sobre contar mis bendiciones y tal vez ayudarte a comenzar tu propio viaje disciplinado de gratitud. Compartiré ideas sobre por qué podemos estar agradecidos — tanto cosas pequeñas como grandes. Ser constantemente agradecidos nos ayuda a volvernos más resilientes, lo que a su vez nos ayuda a lidiar mejor con el dolor y apoya nuestro viaje de disciplina.
Siempre Cuenta Tus Bendiciones
Es importante mirar alrededor e identificar quién y qué hace tu vida mejor. Cuando reconocemos regularmente estas cosas, construimos una base de fortaleza que nos ayuda a mantener la disciplina incluso durante tiempos difíciles. Aquí están mis bendiciones para este año:
Me siento agradecido de tener una esposa increíble1 que me apoya en todas mis aventuras y desventuras y es una compañera increíble en la crianza de nuestro hijo. Estoy agradecido por tener un hijo saludable con quien puedo pasar tanto tiempo, viéndolo crecer y desarrollarse de manera asombrosa. También estoy agradecido por el bebé saludable que se nos unirá muy, muy pronto 🎉. Estoy agradecido de que mi salud no esté tan mal como pensaba — sirvió como un buen recordatorio de lo que importa y que yo importo, así que debo cuidarme mejor, por mí y mi familia.
También estoy agradecido por el amor que recibo de familia y amigos en diferentes partes del mundo — nunca termina. Finalmente, estoy agradecido por este viaje y por tener la oportunidad de compartirlo contigo. Me está haciendo una mejor persona y ayudando a dar forma al modelo a seguir que quiero ser para mis hijos.
Construyendo una Práctica de Gratitud
Ahora, toda esta gratitud no sería posible sin cambiar mi mentalidad y visión del mundo. A pesar de los obstáculos, depende de mí levantarme, sacudirme el polvo y mantener — y luchar por — mi felicidad.
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Si necesitas ayuda para empezar a agradecer, aquí hay algunas ideas:
Recuerda que cada día es un nuevo día para partir de nuevo. Mientras estemos saludables y capaces, la bandeja siempre está limpia.
Pregúntate, tienes:
¿Un techo, agua caliente, comida para cada comida del día? (Necesidades básicas cubiertas = base para el crecimiento)
¿Alguien en quien confiar, apoyarte y compartir cómo te sientes? (Sistema de apoyo = constructor de resiliencia)
¿Una carrera que te inspira a mejorar cada día? (Propósito = motivación)
¿Pequeños rituales que te ayudan a ser tu mejor versión? (Prácticas diarias = disciplina)
Recuerda un momento este año cuando alguien te hizo sentir amado. ¿Qué desencadenó ese sentimiento? ¿Por qué sus acciones te hicieron sentir así? Tomar tiempo para analizar estos momentos nos ayuda a reconocer y apreciar el apoyo cuando aparece.
Las oportunidades para la gratitud están en todas partes. A veces todo lo que se necesita es detenerse y mirar alrededor. Podría ser:
Tu café de la mañana que te ayuda a comenzar bien el día
La ayuda de un colega con una tarea desafiante
El momento tranquilo antes de dormir cuando reflexionas sobre tu progreso
Conclusiones
Aunque es difícil, te invito a no dar las cosas por sentado. Siempre hay algo por lo que estar agradecido — he compartido algunas ideas arriba. Tómate el tiempo para reflexionar sobre ello, y tal vez comienza un diario de gratitud, un frasco de gratitud, o incluso un boletín en Substack. Para empezar:
Elige una pregunta de reflexión de las anteriores para tu práctica diaria
Establece un horario específico (café de la mañana, hora de dormir) para la reflexión de gratitud
Comienza de a poco: solo una cosa por la que estés agradecido cada día
Aunque breve, quiero que este post te ayude a comenzar tu propia práctica disciplinada de gratitud. Puedo dar fe de que ser agradecido ayuda a desarrollar resiliencia para seguir adelante a pesar de los obstáculos. Al volvernos más disciplinados, nos volvemos más resilientes, así que sigue adelante. Sigue siendo agradecido. Esto dará sus frutos a largo plazo. La gratitud es un sentimiento, una herramienta, una mentalidad.
¿Por qué estás agradecido?
¡Que tengas un excelente resto de semana!
Ashley, si estás leyendo esto, te amo ❤️. Gracias por tu paciencia y amor, y por todo lo que haces por nosotros. ¡Eres la mejor!