Mantén tu ego bajo control
Cómo la Humildad y el Autocontrol Conducen al Verdadero Éxito
¡Hola, hola!
Este post será un poco más largo, porque es un tema que me toca mucho — tal vez hable de esto en otro post. Lo escribí en un formato más parecido a un ensayo corto que a uno usando corriente de la consciencia. De todos modos, ¡espero que lo disfrutes!
Probablemente conozcas la historia de Ícaro y Dédalo. En este mito, Ícaro y su padre, Dédalo, estaban prisioneros en la isla de Creta. Dédalo, un inventor hábil, creó alas hechas de plumas y cera para que pudieran escapar. Antes de volar, Dédalo advirtió a Ícaro: no vueles demasiado alto, ya que el calor del sol derretiría la cera, y no vueles demasiado bajo, ya que la humedad del mar podría hacer que las alas se volvieran pesadas.
Pero Ícaro no escuchó. Guiado por la sobreconfianza e intoxicado por la emoción del vuelo, ignoró el consejo de su padre. Su ego tomó el control, y se elevó más cerca del sol. Como predijo Dédalo, la cera se derritió, lo que causó que Ícaro cayera al mar y muriera.
Ego vs. Disciplina: Una Lucha Atemporal
El ego de Ícaro lo venció, impidiéndole ejercer la disciplina necesaria para seguir el consejo de su padre, con consecuencias fatales.
Entonces, ¿cuántas veces hemos dejado que nuestro ego tome el control y nos aleje de lo correcto o virtuoso?
Como humanos, es común dejar que nuestro ego venza a la disciplina. Simplemente es más fácil. Piensa en la cantidad de veces que has dicho, "Empiezo el lunes", solo para engañarte a ti mismo y evitar tomar acción. Lo sé porque he sido culpable de ello. Es más fácil mentirnos que admitir que somos responsables y tomar acción real.
Las resoluciones de Año Nuevo son un buen ejemplo de esto. ¿Cuántas veces las dejamos de lado porque nuestro ego no nos permite admitir que hemos fallado? En lugar de continuar, simplemente nos rendimos.
Séneca sobre el Ego y la Disciplina
Séneca, uno de los grandes filósofos estoicos, insistió repetidamente en los peligros de permitir que el ego domine la autodisciplina. Para él, el ego era lo que apartaba a las personas de vivir una vida virtuosa.
Las creencias de Séneca siguen siendo válidas hoy en día. Piensa en las muchas mentes brillantes y personalidades que han sido desviadas por su ego, alejándolos de un camino hacia el éxito. Un ejemplo claro es Lance Armstrong.
La Caída de Lance Armstrong
Lance Armstrong, un ciclista profesional, ganó el Tour de Francia siete veces consecutivas entre 1999 y 2005—un logro que parecía casi sobrehumano, especialmente considerando su recuperación del cáncer. ¿Cómo no impresionarse?
Pero su legado dio un giro brusco cuando se reveló que su éxito fue impulsado por años de dopaje, una realidad que negó ferozmente durante más de una década. Su ego, ambición y búsqueda implacable de la victoria superaron la disciplina necesaria para competir de manera justa. En 2012, Armstrong fue despojado de sus títulos y prohibido en el deporte, su reputación quedó arruinada. Lo que comenzó como una historia inspiradora de resiliencia se convirtió en una advertencia de cómo el ego descontrolado puede hacerte caer.
Cómo Manejar el Ego
Entonces, ¿cómo manejamos nuestro ego? En sus cartas a Lucilio, Séneca a menudo aconsejaba no buscar validación externa o gloria, ya que estas búsquedas inflan el ego y nos distraen de cultivar una mente disciplinada. Para Séneca, perseguir fama, riqueza o reconocimiento era una distracción de la verdadera virtud.
Disciplina, Autocontrol y Ego
El autocontrol es una de las cualidades más importantes relacionadas con la disciplina.
En sus escritos, Séneca habla sobre la moderación y el autocontrol. Pero, ¿cómo alcanzamos exactamente ese autocontrol?
Si has leído a Ryan Holiday, uno de mis autores favoritos, es posible que te hayas encontrado con su libro “El Ego es el Enemigo”. En él, Holiday discute cómo el ego a menudo se interpone en el camino de la autodisciplina y el éxito. Comparte historias relevantes y estrategias para mantener el ego bajo control y enfocarse en el panorama general. ¡Altamente recomendado!
Hay un capítulo en el libro titulado "Contenerse", que es especialmente relevante aquí. En él, Holiday enfatiza la importancia de controlar los impulsos, emociones y deseos, todos ellos impulsados por el ego. Argumenta que el ego nubla el juicio y conduce a decisiones impulsivas, a menudo obstaculizando el éxito a largo plazo. Su mensaje clave: el verdadero autocontrol proviene de la capacidad de manejar tu ego.
Conclusiones
Esto puede parecer obvio, tal vez incluso repetitivo, pero el mensaje es claro: podemos ser nuestro peor enemigo si dejamos que el ego tome el control.
Si no gestionamos nuestro ego, no seremos capaces de alcanzar el autocontrol, lo que obstaculizará nuestro camino hacia la disciplina. Como consecuencia, nos alejaremos del éxito por nuestra propia mano. Cuanto más dejemos que el ego nos aleje de ese camino, más lejos estaremos del verdadero éxito.
Me encantaría saber tus opiniones—¿cuáles son tus técnicas para mantener tu ego bajo control? Estoy ansioso por profundizar más en este tema a medida que siga aprendiendo.
¡Espero que hayas disfrutado de esta reflexión! Si te resultó útil, no olvides suscribirte y compartir.